En la mitología griega, Pan era el dios de los bosques y la naturaleza. Protegía a los rebaños y por ello los pastores lo veneraban, pero en ocasiones también lo temían y, por su
apariencia (con patas de cabra y cuernos), podía aterrar a la gente. Se enfadaba especialmente si se le
molestaba mientras tenía su momento de paz después de comer (la hora de Pan).
En mis pinturas, la figura arcaica de Pan representa la vida en la tierra en armonía con una naturaleza intacta. Por eso lo he representado en los colores claros del agua y el aire limpios y las plantas florecientes. Con alegría y relajado, descansa sobre la tierra cálida y fértil tocando su flauta. Está rodeado por un discreto rectángulo gris plateado.
Hoy necesitamos que los espíritus protectores modernos y nuevos se ocupen de conservar la creación. Especialmente en los sectores de la investigación y la tecnología, se pueden conseguir grandes logros. La fina línea que rodea a Pan simboliza esta función protectora. La vida en la tierra y la propia tierra se conservan discretamente y de forma muy efectiva desde la nada blanca y deslumbrante.
HOBART ha creado productos innovadores revolucionarios, especialmente en los ámbitos de
la eficiencia energética y la protección del agua y del clima. Aunque no se distinguen a simple vista, como el rectángulo gris de mi cuadro, estos logros técnicos nos prestan un gran servicio.
Mi Pan representa la fuerza que hay tras los esfuerzos de HOBART para que las personas tengan comodidad, al tiempo que
protege la naturaleza y el medio ambiente de forma sostenible. Mientras Pan esté tocando su flauta relajadamente, la naturaleza y los humanos están bien, y Pan no nos asustará.